Esta es la historia de Teddy, un hermoso cachorro poodle de 6 años con la siguiente historia:
Resulta que Teddy siempre había sido catalogado como nervioso, mordía sin razón y era imposible cortarle el pelo, bañarlo o simplemente tocarlo ya que atacaba sin motivo aparente. Al ser un perro pequeño y muy bonito era constantemente tratado de tocar, principalmente por niños, lo que lo ponía en un estado de alteración imposible de controlar. Este punto es importante ya que la manada de Teddy tendrá un nuevo integrante bebe pronto y la preocupación sobre el comportamiento de Teddy con el bebé era legítima. Con los perros era extremadamente agresivo y se metía en problemas fácilmente ya que no aceptaba que se le acercaran y mucho menos el contacto.
Al conocerlo se le noto extremadamente alterado y, sin razón aparente, atacó causando una herida. El desafío era rehabilitarlo y ayudar a sus papás a controlar su alteración, entender sus causas y tomar las medidas adecuadas. Al mismo tiempo se trabajó en sus habilidades sociales junto a Luna, Guapo y Negra.
Teddy paso de estar siempre alterado a permitirse momentos de tranquilidad al confiar y respetar a sus papás quienes tomaron el control y ya pueden tocarlo, bañarlo, cortarle el pelo y pasearlo sin miedo a que su alteración resulte en un accidente.
Sin lugar a dudas podemos decir que con mucho amor, dedicación y paciencia cualquier perro puede ser rehabilitado y en este sentido el amor y compromiso de los papás de Teddy es evidente logrando resultados impresionantes en tan solo 4 semanas
Solo nos resta decir GoodBoy Teddy
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