Después de haber aprendido a seguir a las personas y a salir con correa, los cachorros pueden pasar a incorporarse a la manada fácilmente. Una manada controlada es indispensable y de gran ayuda para que no hayan discusiones, pues los cachorros, igual que los niños, son inquietos y juguetones, y aun después de caminar una hora, no perderán tiempo en empezar a saltar y gruñir.
Lulu mostraba inicialmente temor a otros perros, pero desde su segundo dia de trabajo, fue reconocida por los demas perros y ella cambio a una actitud de juego, en la que nos sigue y aprende de una manera positiva y sin el rigor de un entrenamiento muy serio, que puede ser mas adecuado para perros de mayor edad.
Ademas de gastar una parte de su energía, el Paseo en Manada le ha ayudado a Lulu y su familia a ordenar su dia en base a una rutina de ejercicio, a reconocer los lugares para orinar y defecar, a pasear con la correa y a no temer a otros perros.
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